Nunca llegó a lo que prometía. Solanke fue uno de tantos jóvenes futbolistas que despuntaron quizá demasiado pronto, a los que se les exigió más de lo que podían aguantar. Alejado de los focos ha renacido de sus cenizas.
Quizá es lo que necesitaba. No lo hizo mal en su cesión al Bournemouth, y los 'cherries' pagaron al Liverpool 21 millones por él. Descendió al Championship, pero no se movió. El Bournemouth era su sitio.
Esta temporada lleva seis goles en nueve partidos. Se ha destapado como el goleador que prometía ser. Ha alcanzado la madurez a los 24 años. Tiene todavía mucho camino que recorrer.