"Hasta ahora no hablamos con la dirección para la temporada próxima. Tengo una cláusula en el contrato para renovar, pero me parece difícil cumplirlo, sólo quedan ocho jornadas y nadie puede asegurarme lo que puedo jugar en esos partidos", reveló el ariete español, tras el entrenamiento de este miércoles.
Soldado tiene, además, otro problema: está a una amarilla de la suspensión. Ha de jugar siete partidos en las ocho jornadas que quedan, y pudiendo perderse uno por sanción a la mínima.
Pese a todo, Soldado parece decidido a intentarlo. Ha reconocido estar a gusto en Estambul, pero dejó en manos de su familia la decisión de seguir en Turquía o cambiar de aires.