Porque jugó sólo dos partidos, 53 minutos en total, una marca imposible de alcanzar, aunque parece que el Madrid ha buscado con ahínco fichar a alguien con peor rendimiento.
Desde Faubert muchos jugadores han llegado al Bernabéu con un sueño, y no han sido pocos los que han visto como el Real Madrid lo hacía pedazos, por unas razones o por otras.
Faubert costó un millón y medio, por lo que le salió al Madrid a 28.000 euros el minuto, euro arriba, euro abajo. Siestas en el banquillo no incluidas.
Otros 'negocios redondos' de la 'casa blanca' fueron Canales (517 minutos a cambio de seis millones de euros, antes de que las lesiones truncaran irremediablemente su carrera) o Pedro León (10 millones y 569 minutos de juego antes de ser sentenciado por 'Mou').
Y cómo olvidar los negocios turcos del Madrid. Hablamos de Hamit Altintop y Nuri Sahin. El primero jugó 605 minutos, aunque al menos llegó gratis. El segundo costó 10 millones, un regalo, pero las lesiones también se cebaron con él. Se fue del Madrid con 641 minutos.
Lucas Silva, llegado en enero de 2015 por vaya usted a saber qué razón, ha abandonado de nuevo el Madrid para volver al Cruzeiro, el club del que salió, y del que nunca debió salir, a juzgar por el devenir de su carrera desde entonces. Al menos en lo futbolístico, porque su cartera debe haber engordado de lo lindo.
Desde entonces, apenas ha jugado 424 minutos. Habiendo costado 14 millones de euros, quiere decir que le ha salido al Madrid a 33.000 euros por minuto jugado, sin contar su sueldo, claro.
Se puede alegar que fue un fichaje de invierno, para tapar fugas, pero en el Madrid hay precedentes que anulan esa teoría. Adebayor, Chicharito o Essien superaron los mil minutos de juego. Este último llegó a los 2.000..
Es sencillo, Lucas Silva llegó a un equipo que no le necesitaba y que nunca le necesitó. Siempre se ha dicho que detrás de cada fichaje 'extraño' del Madrid están los negocios personales de Florentino, y este caso da alas a la 'conspiranoia'.