El Barcelona resolvió la papeleta tras batir a la Real Sociedad en un partido gris donde solo Leo Messi marcó la diferencia. Los de Setién se encomendaron al argentino, que rompió la igualada desde el punto de penalti tras la intervención del VAR. Sacó así un triunfo que a los azulgranas les sirve para al menos escapar del juicio del Camp Nou.
Y es que presión post-'Clásico' podía hacer mucha mella en el Barça. Más aún entre la nueva pañolada contra Bartomeu (esta menos multitudinaria que la del Eibar) y el lío con Eder Sarabia, que en la previa dijo "esta boca es mía" y recibió el apoyo del coliseo 'culé'.
Todo esto lo tenía que gestionar el conjunto azulgrana ante una Real Sociedad animada tras meterse en la final de la Copa del Rey, que jugará en abril frente al Athletic. Los de Imanol ya tomaron el Santiago Bernabéu en el torneo del 'k.o.' con los Odegaard e Isak; no estaba vez Oyarzabal de inicio. Y entre los nórdicos fue el juego.
La Real pareció salir con más ánimos al campo en un inicio al trantrán, de posesiones divididas y unos pocos fogonazos. Odegaard se batía con Lenglet e Isak apretaba con imprecisión, mientras en el otro lado la noticia estaba en Martin Braithwaite, ante su primera titularidad. En solo unos minutos se vio claro cuál era el plan con él.
En un Barça de menos posesión, Braithwaite puede lucir. El delantero corrió todo al espacio, incluso en alguna contra a tres toques, y en espacios cortos dejó una buena combinación con De Jong y un Leo Messi que se hacía muy necesario para el conjunto azulgrana.
Mientras el argentino no aparecía, el conjunto 'txuri-urdin' se notaba cómodo. Pero cuando Messi empezó a contactar con el balón... eso ya es otro asunto. Es el termómetro al fin y al cabo y en sus pies estuvieron las más claras del equipo de Quique Setién. Perdonaría un disparo solo ante Remiro y mandó otro pegadito a la base del poste.
La segunda mitad fue por un camino semejante. La Real Sociedad, con esas hechuras inconformistas, arrancó adueñándose del balón hasta exasperar al Camp Nou. El Barça empezaba a escuchar los silbidos de un público que le exigía algo más, un pasito adelante que otra vez llegó a través del 'crack' argentino.
Las intermitencias de Messi activaron
Sobre la hora de partido llegaron los mejores minutos del conjunto azulgrana, que antes había avisado con un disparo de diestra de Messi que no tomó rosca. En sus momentos de ebullición, el delantero intentó partir en dos a la Real Sociedad por el pasillo central, donde encaró, encaró y encaró. Remiro aparecería salvador ante un derechazo de Rakitic y el croata no llegó a un centro raso de Jordi Alba tras una gran conducción y apertura del argentino.
Los de Imanol cambiaron entonces su cara para ser más incisivos al contraataque y en el ida y vuelta pudieron dar un buen disgusto al Barça. Isak siguió desacertado y Odegaard intentaba imitar esas conducciones interiores para servir a las subidas de un muy incisivo Nacho Monreal, que con ayuda de un rebote en Semedo casi hace el empate.
Pasaban así los minutos hasta que llegó el único golpe al marcador. A falta de diez minutos para el añadido y con el balón en otro lado, la sala del VAR llamó la atención a Martínez Munuera para que acudiera a la pantalla. Robin Le Normand había despejado un centro desde la izquierda aparentemente con la mano y así lo vio el árbitro alicantino, que decretó penalti.
Leo Messi fue al lanzamiento y no falló. El argentino estaba destinado a ser quien sacara al Barça del atolladero y batió a Remiro, que le adivinó el lado pero no la potencia al disparo. Se rompía así un marcador al que la Real no logró pegar su bocado ya falta de energías. Ni las entradas de Oyarzabal o Willian José le servían a Imanol para revolucionar.
Al encuentro le quedaba un último capítulo antes de acabar: otro fogonazo de Messi para el recién entrado Ansu Fati, que rompía a su marca dentro del área y cedía para que Jordi Alba empujase para el 2-0, pero quedó anulado por fuera de juego milimétrico del joven delantero. Con la decisión del VAR y Martínez Munuera llegó el final de un choque que pone al Barça líder provisional y a la Real sexta.