La Selección Española, después de su decepcionante derrota contra Japón, tiene que medirse a Marruecos en los octavos de final. No son pocos los aficionados que vieron el lado positivo de perder contra los nipones en verse las caras con los africanos en lugar de con Croacia, que ya ha eliminado a los 'samuráis azules', pero esto no quiere decir que los marroquíes no vayan a ser un gran reto: están firmando un torneo sensacional.
Para empezar, están invictos. Quedaron primeros de grupo después de empatar con Croacia, vencer a Bélgica y tumbar a Canadá. El triunfo ante los 'Diablos Rojos' es quizás el más encomiable de todos, si bien tuvo lugar frente a un grupo que, a ojos de la prensa belga, no está nada unido entre rencillas y 'traiciones' del pasado. Pero ¿qué ha pasado cuando se han visto las caras con 'la Roja'? Hay tres precedentes.
Dos de ellos se resolvieron con victorias en favor de los españoles y corresponden a la Repesca del Mundial de 1962, que se resolvió con dos enfrentamientos que se jugaron en noviembre de 1961. Los ibéricos se impusieron por 0-1 en el primer duelo con un gol de Luis del Sol y por 3-2 en el segundo con tantos de Marcelino, Di Stéfano y Collar. Para los 'Leones del Atlas', anotaron Riahi y Ben Barek.
El más reciente de los duelos corresponde a la tercera jornada de la fase de grupos del Mundial de 2018. España sufrió mucho para empatar con una Marruecos que no se jugaba nada porque afrontaba el duelo sin puntos y, para entonces, 'la Roja' y Portugal tenían cuatro cada una, así que era imposible que accediera a las eliminatorias. Aun así, solo un gol de Iago Aspas en el tiempo añadido evitó que los hispanos cayeran derrotados.
Aquella cita, en la que Isco también vio puerta, igual que En-Nesyri y Boutaïb, puede hacer de aviso para los hombres de Luis Enrique. Sin opciones de pasar de ronda, su contrincante ya mostró un ímpetu difícil de contener y, ahora, se posiciona como el 'underdog' con el orgullo de estar siendo la mejor representante de África y sin presión: en caso de derrota, el torneo se podrá dar por bueno; en caso de victoria, por extraordinario.