Después de un hueso durísimo de roer, el PSG, el listón se eleva más para los 'red devils', que quiere seguir construyendo su particular milagro en la Liga de Campeones. Y eso lo sabe hacer su técnico.
Precisamente, lo vivió en primera persona y como protagonista directo en el estadio donde se resolverá la eliminatoria de cuartos de final. En el Camp Nou, tanto el noruego como el United escribieron una de las páginas más gloriosas de su historia.
La final contra el Bayern de Múnich, eso sí, iba para gran decepción. Se llegó al tiempo de prolongación con el 1-0 en contra. Con Schmeichel incorporado al ataque a la desesperada, un córner botado por Beckham, primeramente despejado y mal conectado con la derecha por Giggs se convirtió en una asistencia perfecta para Sheringham, quien casi en el área pequeña obró la épica del empate.
Corría el minuto 91, pero se habían añadido dos más. Y llegó un saque de esquina que volvió a botar 'Becks'. Tras un cabezazo previo, casi en boca de gol el menudo delantero metió la punta del pie derecho para batir a Khan y firmar una de las finales más locas de la historia de la competición.
Ahora como entrenador, Solskjaer espera que los suyos sean capaces de firmar un mérito así, llegue o no con milagro.
26 de febrero de 2019