Es posible que Karry Kane se pierda la vuelta después de que entre Delph y su mala pisada se doblara su maltrecho tobillo izquierdo. A falta de Kane, magnífico es Son, seguramente el hombre de la temporada en clave 'spur'.
Son volvió a ser el héroe del Tottenham Hotspur Stadium. De los tres goles que ha cantado el nuego hogar, dos llevan la firma del surcoreano, la sonrisa de un Tottenham ultracompetitivo, quien superó cualquier adversidad sufrida durante el partido (lesión de Kane, molestias de Dele Alli) para ganar con suficiencia al City.
El City salió al nuevo estadio londinense con la idea de contemporizar y amasar el partido y el resultado; dejó el vértigo al Tottenham, agarrado a la brújula de Eriksen, al conocimiento de Kane y la terquedad de Son, un dolor de cabeza y de muelas para el equipo 'skyblue'. El resultado hace justicia.
No acertó Pep Guardiola en su planteamiento. Sin De Bruyne y Sané, quienes saltaron al campo en el minuto 89, el City nunca se encontró, apenas hiló juego y el Tottenham se mostró mucho más cómodo sobre el campo. Se empeñó el City en salir con el balón jugado desde su misma aérea. Es el sello Pep, es lo que ha venido haciendo siempre, pero los 'spurs' supieron cómo presionar y desbaratar cualquier intento de jugada.
Pudo ser diferente la historia si Agüero, poco antes del cuarto de hora de juego, hubiera metido el penalti que lanzó. El VAR revisó la acción y detectó la mano de Rose. Lloris frustró el lanzamiento del 'Kun'.
Fue cuando el Tottenham dio un paso adelante y volcó su juego hacia la derecha, en donde estaba un Delph que no se enteró de la película. Por allí fluía el Tottenham. Pochettino tiene muy estudiado a Guardiola.
No fue ni mucho menos un repaso, no obstante. Kane se topó con Ederson, un semi intento de contra de Agüero y poco más. Centros llovidos, mucha pugna. Fútbol inglés, en suma.
Son se pone la capa
En la segunda parte, Son hizo acto de presencia. Es un futbolista superior a la media, un líder silencioso, que domina cualquier registro del ataque, conoce el juego y, lo que le hace especial, tiene gol.
Son casi mete un golazo nada más empezar con un zurdazo que hizo una parábola que casi sorprende a Ederson. Fue poco antes de que Kane se torciera, y de qué manera, el tobillo.
Tras unos minutos de desconcierto, y cuando el City mejor se encontraba por el campo, con Fernandinho mejor asentado y Silva más siento, el Tottenham golpeó primero. Son controló un balón que parecía que se iba fuera del campo, la defensa se quedó mirando y por bajo de disparo con la izquierda batió a Ederson.
Majestuosa respuesta del Tottenham a jugar sin Kane, que hasta su percance mejoraba las llegadas de los demás y ofrecía salida y alternativas en ataque. Sin Kane, pero con Lucas dejándose caer por los carriles, Eriksen dio una nueva lección de control, de pausar y acelear.
El gol dejó al City en estado de 'shock', sin más respuesta que tres balones a la olla que no encontraron remate de Gabriel Jesus ni de Fernandinho. Guardiola recurrió a De Bruyne y Sané en el 89', pero no se conectaron al partido. Para entonces ya tenía un dueño llamado Son.