Sus inicios en el profesionalismo fueron asombrosos. Y es que allá por 2008 todo el mundo hablaba de un joven talento belga que deslumbraba a propios y extraños en el Standard de Lieja con solamente 19 años. Era Steven Defour.
Las actuacines del talentoso futbolista no pasaron desapercibidas para los grandes equipos del Viejo Continente, que hacían cola por lograr los servicios de un futbolista llamado a dominar la próxima década del fútbol europeo.
Entre los candidatos más interesados en él estaba el Real Madrid, que en 2009 nueve peleaba con clubes como Arsenal, Bayern o Atlético para hacerse con un jugador que "gustaba mucho" en Chamartín.
Sin embargo, lo que parecía una carrera meteórica al estrellato se fue estancando a un ritmo tan alto como habia surgido y no fue hasta el año 2011 cuando daría el salto a un equipo con más pedigrí: el Oporto.
En Portugal la suerte le fue esquiva al bueno de Defour, que no cumplió con todas las expectativas puestas en él durante sus tres temporadas en Do Dragao. Tanto es así que en el verano de 2014 el conjunto luso decidió traspasarlo al Anderlecht.
Su llegada al conjunto de Bruselas, histórico rival del Standard, fue considerado como un acto de traición por su antigua afición, que le dio uno de los recibimientos más hostiles que se recuerdan en el fútbol belga.
En su visita a su antigua casa, los hinchas del cuadro de Lieja mostraron una pancarta gigante en la que se veía a Jason, famoso asesino de la saga 'Viernes 13', con la cabeza decapitada de Defour junto al eslogan "Rojo o muerte".
La imagen dio la vuelta al mundo y todavía es recordada por los aficionados a un fútbol belga que Defour volvió a dejar tras dos temporadas en el Anderlecht.
Y es que en verano de 2016, el jugador belga, ya con 28 años a sus espaldas, decidió probar la aventura de la Premier League y firmó por el modesto Burnley.
Al belga le vino bien el cambio y volvió a encontrarse futbolísticamente en el conjunto del condado de Lancashire, en el que fue un habitual durante sus primeras dos campañas.
Sin embargo, en el último año las lesiones han hecho acto de presencia, haciendo que Defour solamente haya disputado nueve partidos en la presente campaña.
La frustración se ha apoderado por momentos de un jugador que, pese a todo, sigue viendo el vaso medio lleno. "Estoy cada vez mejor. En la Premier necesitas estar a tope para rendir y creo que estoy cerca de ello", comentó recientemente en el 'Burnley Express'.
El centrocampista está pendiente de su evolución diaria y, probablemente, verá el partido ante el Newcastle desde la grada, pero después de todo lo vivido está claro que el bueno de Steven no bajará los brazos.