La llaman la Brasil de Neymar, pero por lo visto ante Costa Rica los brasileños pueden ir buscando un nuevo líder. El jugador del PSG volvió a ofuscarse a las primeras de cambio y perdió una excelente oportunidad de reconciliarse con el planeta fútbol ante los costarricenses, dejando un arsenal de protestas, caídas e incluso un penalti fingido que sonrojó a todos sus seguidores.
No se puede decir, sin embargo, que el atacante de la 'Canarinha' estuviera mal. Parece que a Neymar le están sentando bastante bien los minutos tras su lesión y su mejor versión se deja ver poco a poco en Rusia. Aunque él se empeñe en emborronarlo todo.
Comenzaron los brasileños con muchas dudas. El varapalo sufrido por Argentina menos de 24 horas atrás no invitaba a una alegría extrema en su ya de por sí poco fantasioso fútbol. Costa Rica, que también salió con mucha calma, dispuso de las primeras oportunidades para desnivelar el marcador. Capital para sus aspiraciones fue un error de Celso Borges tras un pase de la muerte de Gamboa. El jugador del Deportivo la envió fuera con todo a favor y Costa Rica no volvió a verse en otra igual en todo el choque.
Brasil se entona
El paso de los minutos cambió el decorado y puso el encuentro donde todos esperábamos. Neymar recibió sus primeras patadas -tres faltas en tres minutos- y Brasil comenzó a hacer patente su dominio. Y el aseado juego de Costa Rica pronto fue dando paso a una defensa numantina, muy parecida a las ya vistas en el Mundial por parte de Islandia ante Argentina o de Irán ante España.
Mediada la primera parte, Brasil acumuló ocasiones en las botas de un activo Marcelo y de un siempre voluntarioso Coutinho. Incluso vio cómo Kuipers le anulaba justamente un tanto por claro fuera de juego de Gabriel Jesus tras chut de Marcelo.
El descanso llegó como agua de mayo para una 'Canarinha' empeñada en discutir y que veía fantasmas donde no los había cada vez que Neymar se iba al suelo. 'Tite' tranquilizó a los suyos y tras la reanudación el dominio brasileño fue evidente y el partido fue muy diferente.
Nada más volver de los vestuarios, la 'verdeamarelha' -ante Costa Rica de azul por décima vez en la historia de los Mundiales- dispuso de hasta tres ocasiones claras. Primero, Gabriel Jesus se topó con el larguero de Keylor Navas y, en la misma jugada, Coutinho estuvo cerca de remachar a un guardameta del Real Madrid ya vencido, pero su golpeo lo sacó con mucha fortuna Gamboa bajo palos.
Los avisos se sucedían y la figura de Keylor Navas emergía ante una Brasil que volvió a perderse en la impotencia y los lamentos. El portero hizo un paradón espectacular a Neymar y comenzó a sofocar con suficiencia los intentos desde la frontal del propio jugador del PSG, de Coutinho, o de Casemiro.
Del llanto a la alegría
De nuevo Neymar tuvo una clara ocasión al contragolpe tras el único error de Gamboa en todo el partido, pero buscó ajustar en exceso ante Keylor y el balón se escapó junto a la escuadra del arquero 'tico'.
Las quejas de la Selección Brasileña a Kuipers estuvieron a punto de surtir efecto en el enésimo contragolpe de la 'Canarinha', cuando Neymar recortó en el área y se fue al suelo haciendo aspavientos. Con los de 'Tite' celebrando el penalti, al colegiado le entraron dudas y, tras revisar la acción, dio marcha atrás, aunque dejó sin amonestación al ex atacante del Barcelona en una decisión cuando menos controvertida.
Quedaban poco más de diez minutos, que se convirtieron en una eternidad por las pérdidas de tiempo de una Costa Rica que ya había levantado la bandera blanca. En pleno tiempo añadido, cuando ya nadie daba nada por la victoria brasileña, un centro al área de Marcelo lo bajó Firmino y el mal control de Gabriel Jesus lo aprovechó Coutinho para hacer el primero con la puntera.
Milagro para una Brasil que todavía aumentaría la cuenta en la última acción, culminada por Neymar con la Selección de Costa Rica volcada en busca del empate. Sonrisas para Brasil y lágrimas para Neymar -de emoción- y los 'ticos', que hacen las maletas después de un dignísimo partido.