El Milan vivió la locura en sus carnes después de que el Spezia le remontara el partido en San Siro para llevarse la victoria. Rafael Leao adelantó a los de casa, pero Agudelo marcó el empate para los visitantes. Messias consiguió el 2-1 en el añadido y llegó la polémica al ser anulado. En la siguiente jugada, Gyasi anotó el 1-2 para darle la vuelta al marcador.
Desde el pitido inicial, los 'rossoneri' impusieron su idea de juego y pegada ante los rivales y no les dejaron ninguna oportunidad. Rafael Leao fue, sin dudas, el jugador más activo de los locales en los primeros 45 minutos. Al cuarto de hora, el portugués recortó hacia dentro y su disparo cruzado de zurda salió rozando el palo.
Luego, Saelemaekers e Ibrahimovic, que jugó su partido 150 con el Milan, fueron los que acompañaros al luso y se sumaron en ataque para intentar abrir el marcador. Entre el belga y el sueco desperdiciaron una doble ocasión de gol. El extremo se topó más tarde con Provedel, quien sacó una mano providencial a un disparo con rosca.
Al final de los 45 minutos llegó la locura. En un error del meta visitante, Leao le robó la pelota y recibió una patada, algo que fue consultado por el árbitro en la pantalla del VAR. Tras unos minutos de chequeo, dictaminó pena máxima. Theo Hernández fue el encargado de chutar, pero cruzó en exceso y envió la pelota directamente fuera.
Todo parecía que los de San Siro habían desperdiciado una oportunidad de oro, pero ahí apareció un incombustible Leao para echar un cable a su compañero y arreglar el error. El atacante recibió un pase de 50 metros al espacio, controló y le picó el esférico por encima a Provedel con una sensacional vaselina para instaurar el 1-0.
La reanudación en los segundo 45 minutos parecieron llevar un guion parecido en los primeros compases con ocasiones de Ibra y Saelemaekers, pero los locales bajaron el pie del acelerador y sufrieron las consecuencias. Dejaron a sus rivales jugar con la pelota y dejaron de ser incisivos en ataque, lo que dio aire a los futbolistas del Spezia.
Las llegadas y ocasiones cambiaron de bando y fueron los de Thiago Motta los que inquietaron al Milan. Rey Manaj dejó su sitio a un Agudelo que sacó de las casillas a la defensa rival. Fue llegar y besar el santo. Pasada la hora de juego, Verde recibió en banda derecha, levantó la cabeza y centró raso al punto de penalti.
Ahí apareció un recién entrado Agudelo para poner el interior y batir a Maignan al primer palo. Con el empate a uno, todo parecía que el Milan iría al ataque, pero nada más lejos de la realidad. Fue el conjunto visitante el que se creció y se hizo fuerte sobre el verde para incomodar a los futbolistas de Stefano Pioli.
Los de casa se fueron arriba con todo con el paso de los minutos y dejaron muchos huecos atrás. La polémica del encuentro llegó cuando Messias marcó en el añadido, pero el colegiado invalidó la jugada para cobrar una falta a su favor en la frontal en lugar de dejar la ley de la ventaja. Algo que perjudicaría en exceso a los del Milan minutos después.
Y es que con el tiempo casi cumplido, una contra del Spezia acabó en gol de Gyasi, que definió a Maignan a la perfección. Tras esto, llegó el pitido final y la cara de decepción y rabia con el árbitro reinó en los jugadores locales. Los de Thiago Motta celebraron alcanzar la decimocuarta plaza y los 'rossoneri' desaprovecharon la ocasión de ponerse líderes.