Inglaterra ganó 2-1 a Polonia gracias a un tanto de Maguire, que le dio los tres puntos a los de Southgate en su camino al Mundial de Catar.
Para abrir la lata, la Selección Inglesa se valió de un penalti lanzado por Kane, pero que fue provocado por Sterling. El del City, después de driblar dentro del área a Michal Helik, este le hizo falta y el árbitro señaló la pena máxima.
La duda entró una vez vista la repetición en la retransmisión. El defensa tocó lo justo a Raheem, que puso la pierna en el momento adecuado y exageró una acción que no pudo ser revisada por un VAR que no existe en la clasificación europea para el Mundial.