El nuevo entrenador de los 'villanos' ha declarado que empezará de cero con todos, Agbonlahor incluido. Tendrá por tanto una segunda oportunidad a sus 29 años para relanzar su carrera, gravemente dañada por su conducta pueril.
El calvario de Agbonlahor comenzó cuando se consumó el descenso al Championship del Aston Villa, a mediados de abril, de forma matemática. Contaba poco para Garde y Black, pero tras el descenso fue borrado, tal cual, de la plantilla.
El delantero fue 'pillado' de fiesta, inhalando gas de la risa, tras borrarse del fatídico partido alegando problemas de salud.
Fue la gota que colmó el vaso. Erik Black, el entrenador escocés que sustituyó a Rémi Garde veinte días antes, le apartó de la plantilla de forma fulminante. El Aston Villa le suspendió de empleo y sueldo.
Black se marchó al final de la temporada, tras no ser capaz de salvar al equipo de un descenso que parecía inevitable. Le sustituyó Roberto di Matteo, quien tampoco contaba con el delantero.
El cese del italiano trajo a Steve Clark de forma interina al banquillo del club de Birmingham, y durante ese breve periodo, Gabriel Agbonlahor tampoco gozó de minutos, ni en el banquillo. Y tampoco el Aston Villa logró deshacerse de él en el mercado estival.
Ahora tendrá una nueva oportunidad. Queda por ver si la aprovechará o la tirará por el desagüe, como ha hecho con su carrera toda su vida.