Nadie podía pensar a principios de esta temporada en que el Real Zaragoza podría estar luchando por mantener la categoría. Pero es así. El combinado maño se encuentra en una buena dinámica que le mantiene fuera de la zona de descenso, pero el objetivo sigue siendo el mismo: alcanzar la permanencia.
Y si hablamos de buenas rachas, pocas como las que atraviesa el Sabadell, que no ha perdido ninguno de sus últimos nueve enfrentamientos en Liga. Este viernes obtuvo un punto importante ante el cuadro aragonés para mantener las buenas sensaciones y, sobre todo, seguir sumando.
Los de Juan Ignacio Martínez cuajaron una muy buena primera mitad, pero se echaron hacia atrás demasiado pronto y los 'arlequinados' supieron leer a la perfección entre líneas.
Después de una primera media hora de juego en la que Ian Mackay sostuvo el 0-0, el portero del Sabadell no midió bien a la salida de un córner y Jair Amador, en el primer palo, se adelantó para inaugurar el electrónico.
El Zaragoza logró aguantar la mínima renta en el marcado hasta el paso por los vestuarios. Sobre todo, merced a una solidez defensiva que solo se rompió en el segundo tramo de los segundo 45 minutos de juego.
Juan Ignacio Martínez, con el 0-1, introdujo una defensa de cinco y el Sabadell dio el paso hacia delante hasta que logró empatar. El colegiado castigó con penalti una mano separadísima de Pep Chavarría y Stoichkov, 'a lo Panenka', firmó el empate.
Y solo un minuto después, Undabarrena, torpemente, barrió dentro del área a Juanjo Narváez, que no logró superar a Mackay desde los once metros. El técnico del combinado 'arlequinado', con luces y sombras, pero decisivo.
Cualquiera de los dos equipos pudo volver a ver puerta en los últimos minutos, pero lo cierto es que ninguno de los dos logró generar peligro sobre la portería rival. Y al final, un reparto de puntos, más satisfactorio para unos que para otros, que mantiene tanto al Sabadell como al Zaragoza al filo del descenso.