Stuani, Jorge Molina, Mata... el gol llegó desde Segunda

Son troncales en el desempeño de sus equipos y comparten un mismo patrón: se formaron en Segunda antes de irrumpir en el universo de Primera.

Un claro ejemplo es Christian Stuani, que con 18 tantos es el cuarto máximo anotador de Primera.

El delantero uruguayo del Girona es el jugador con el mayor porcentaje de goles de un equipo -ha marcado el 52,9% de los tantos del conjunto de Eusebio- y su historia en el fútbol español no se entiende sin su paso por Segunda con el Albacete.

"Llevaba año y medio en Italia (Reggina) sin jugar. El 'Alba' me abrió sus puertas y siempre le estaré agradecido porque fue el primer club en España que permitió que me vieran. Creo que en mi carrera he tenido momentos claves y este fue uno de ellos", declaró el charrúa en una reciente entrevista en 'El Periódico'.

Era la temporada 2009-10 y Stuani anotó 22 dianas en Segunda, uno de los mayores registros históricos de un atacante del club manchego que, sin embargo, no fue suficiente para coronarse como el máximo goleador de la categoría.

En esa misma temporada anotó 26 goles un delantero que deslumbraba en el Elche tras llegar desde El Ejido: Jorge Molina.

El atacante de Alcoy no solo 'nació', en términos de irrupción, en la Segunda, sino que fue en la categoría de plata en la que se desarrolló y formó.

Con el Betis anotó 18 goles en la 2010-11 y 19 en la 2014-15, y con 'su' Getafe firmó 22 el curso que logró la vuelta a Primera, hasta llegar a convertirse en uno de los grandes artífices de estar cerca de clasificar al conjunto azulón a la Liga de Campeones.

El otro de los implicados en la gesta del equipo de Bordalás recaló en el club madrileño tras superar todos los registros históricos de las últimas décadas en el fútbol de plata.

Jaime Mata logró 35 goles con el Valladolid posicionándose como el segundo máximo anotador en una temporada de la historia de la categoría, solo por detrás Ricardo Alós y los 46 goles que anotó con el Sporting en la campaña 1956-57.

Además de Mata, el curso pasado despidió a dos grandes nombres de la Segunda División para darles paso en la élite, a la que están demostrando que su nivel se adecúa a la perfección.

Raúl de Tomás y Borja Iglesias firmaron 24 y 22 goles con Rayo Vallecano y Zaragoza, respectivamente, y esta temporada son los referentes ofensivos y máximos anotadores de sus equipos, con 14 y 13 goles cada uno.

En Segunda también se comenzó a escribir una de las historias más emotivas de este final de curso. Uno de los hombres clave en su equipo empezó a forjar su leyenda con el ascenso a Primera y hoy continúa sumando capítulos con el mismo escudo en el pecho.

Iago Aspas anotó 23 goles en la categoría de plata la temporada que el Celta volvió a la máxima categoría del fútbol español -2011-12- y los 16 goles que suma esta campaña, además de su carisma, presencia y liderazgo, son los mejores argumentos del equipo de Escribá para esquivar el descenso.

La mina de plata es inacabable, tanto que no sólo exporta a los futbolistas de mayor nivel, sino que ha llegado a catapultar parejas que hoy en día son patrimonio de la Liga Santander.

Es el caso de José Luis Morales y Roger Martí, que ascendieron con el Levante en 2017, tras arrasar en una Segunda división en la que Roger se coronó como máximo goleador, y actualmente siguen compenetrándose para machacar a sus rivales al espacio y al contragolpe. Entre los dos suman 22 goles.

El Eibar también mira de reojo a la Liga 1/2/3, pues en el presente curso suma 20 goles producidos por las botas de dos atacantes que se foguearon en Segunda: Charles, que dio el salto a la primera categoría del fútbol español tras anotar 32 goles con el Almería (27 en la temporada regular y 5 en la promoción que sirvieron para otorgar el ascenso del equipo andaluz), y Sergi Enrich, que fichó por el conjunto armero después de marcar en 16 ocasiones con el Numancia.

Así, de los 217 goles anotados por los 13 primeros clasificados en la lucha por el título de máximo goleador en Primera división, un 52% de ellos fueron marcados por jugadores que pasaron antes por la categoría de plata, un total de 113.

El Huesca no dejó que acabara la temporada para fichar a Enric Gallego en invierno, máximo goleador de la categoría por aquel entonces, y la viveza de esta estrategia para explotar la mina de Segunda podría ser diferencial de cara a contratar refuerzos para el curso que viene.