La noticia de que Messi se perdía el partido de La Rosaleda hizo ver a Luis Suárez que era el momento de tirar del carro ante la ausencia de su compañero. Dicho y hecho.
El 'charrúa' trabajó y trabajó por hacer que el Barça sacara los tres puntos de un campo complicado y ante un equipo que luchaba por la salvación, y lo consiguió finalmente.
Suárez se convirtió en Messi y asumió el rol de la 'Pulga' ante el Málaga. El delantero fue el encargado de hacer el primero con un gran testarazo sin ningún tipo de obstáculo y fue el líder de su equipo.
Es más, hasta el 'charrúa' tuvo la posibilidad de lanzar alguna que otra falta, algo que apenas ocurre cuando está Messi sobre el terreno de juego. A falta del '10', bueno es el '9'.