Como agua de mayo tras los útlimos resultados negativos del Barça, la vuelta de Luis Suárez al césped del Camp Nou fue ovacionada desde el primer momento.
Aunque no fue necesario en el devenir del encuentro, el pistolero no quiso perder la oportunidad que dejar su seña de identidad ante el equipo que la temporada pasada le arrebató el título de Copa del Rey.
En su primera pelota, Suárez controló, levantó la cabeza y, desde estático, golpeó el balón con más colocación que violencia para hacer el 4-1.
La pelota golpeó ligeramente el palo izquierdo de la portería de Jasper Cillessen antes de entrar, ampliando más si cabe la agonía del guardameta holandés en su vuelta a la Ciudad Condal.
Ya en el 82', con el hambre intacta, el delantero sudamericano cazó un nuevo balón en territorio valencianista y, con rabia en el rostro, se sacó de encima un latigazo con su pierna derecha para superar nuevamente a su ex compañero.
September 14, 2019
September 14, 2019