El cambio a mejor que ha dado el equipo de Pacheta es muy destacable. Las nuevas incorporaciones han dado aire fresco al equipo, y eso quedó demostrado en un gran segundo tiempo en tierras granadinas.
Sin embargo, la primera parte fue de dominio absoluto para los rojiblancos. Vadillo parecía un funambulista sobre el borde del área franjiverde, de sus pies llegaron las mejores ocasiones, así como ambos goles.
Édgar Badia se encargó de dejar con vida a los suyos durante el primer cuarto de hora, pero en el 16' no pudo evitar que Montoro fusilara con la cabeza tras un saque de esquina. El Granada era un rodillo.
El Elche lo intentaba, pero con poca verticalidad, algo que demostró tener tras el paso por vestuarios. Pero antes de eso, Vadillo de nuevo llegaba a línea de fondo y colocaba un centro peligroso que, tras un mal rechace de Verdú, acabó aprovechando de nuevo Montoro.
Ausencia notable
Durante el descanso se confirmarían los peores presagios para la afición. Montoro había sufrido un golpe en el hombro que le impediría continuar. En su lugar salió Nico Aguirre. El bajón del Granada fue considerable.
El Elche comenzó a despegar, sobre todo de la mano de Sory Kaba, un auténtico quebradero de cabeza para Bernardo, debutante en las filas nazaríes. El delantero guineano aprovechó su velocidad para provocar una pena máxima.
El especialista del Elche, Xavi Torres, se encargó de transformar el penalti y de aumentar los nervios en el Nuevo Los Cármenes. Pacheta dio pie a esa reacción, pues motivó el cambio con las sustituciones ofensivas.
En este sentido, Benja tuvo en su cabeza el empate, pero el resultado no se movería. El Granada se queda con una victoria muy celebrada por su hinchada y retorna al liderato de Segunda División.