El planteamiento de las nórdicas en los primeros compases del encuentro fue ofensivo. Se centraron en mover la pelota cerca de la meta de Telford y no pudo ser más efectivo, pues Asllani marcó el primer tanto en el minuto 11. La mediapunta aprovechó un error defensivo para ajusticiar a la guardameta rival con una volea.
Pero el dominio no acabó ahí, pues siguieron al ataque. Jakobsson ya avisó con un disparo al palo, pero, a la segunda no falló y envió la pelota al fondo de las mallas con un chut de gran calidad desde el costado del área. La centrocampista se sirvió del interior de la bota para darle al esférico un efecto hacia dentro que generó un bello tanto.
Con el segundo de Suecia, Inglaterra reaccionó finalmente y empezó a protagonizar jugadas de ataque. Bronze disparó desde fuera del área y Lindahl tuvo que emplearse a fondo para evitar que entrara. Las británicas siguieron presionando y Kirby acabó transformando la primera diana de su combinado en el choque.
La polémica del partido se dio dos minutos después, cuando White controló un centro lejano de Mead, protegió la pelota con el cuerpo y se tiró al suelo para tirar y batir a Lindahl. En un principio, parecía que las inglesas habían conseguido igualar el marcador en solo 120 segundos, pero el VAR aclaró la jugada y la colegiada anuló el tanto por mano de la delantera.
En el segundo acto, las 'lionesses' asumieron el control del partido en búsqueda del empate. Las de Peter Gerhardsson bajaron una marcha y solo generaron peligro con un disparo lejano de Ziglioti y una internada a la contra de Jakobsson. Las inglesas no dejaron de frecuentar el área de Lindahl.
Eso sí, estuvieron imprecisas. Moore, desde lejos, y Houghton, con un remate de cabeza, no vieron puerta y Lindahl no tuvo que intervenir. La mejor ocasión nació de las botas de White, que quería resarcirse del gol anulado en la primera mitad y disparó con rabia desde dentro del área tras un lío en defensa de Suecia. La delantera también falló.
Carney pudo ser la heroína de su escuadra cuando remató de volea un rechace tras un saque de esquina. Iba a ser gol, pero Fischer la sacó bajó palos de cabeza. Zigiotti también la tuvo para sentenciar el partido en un uno contra uno frente a Telford, pero le salío el tiro muy centrado y la guardameta lo rechazó.
En el descuento, las 'lionesses' tampoco fueron capaces de igualar la contienda, pues las nórdicas desplegaron un correcto orden defensivo que les valió para mantener la ventaja. De este modo, cerraron el campeonato con una sonrisa tras erigirse como las terceras del mundo. Inglaterra se pudo marchar con la cabeza bien alta, pues lo intentó hasta el final.