Es cierto que la Allsvenskan, como se denomina a la Primera División de Suecia, no es el campeonato más potente del fútbol europeo. No en vano, para encontrar a Suecia en el ranking de ligas de la UEFA hay que bajar hasta el puesto 22.
Por delante de Suecia están Ucrania, Dinamarca, Chipre o Bielorrusia. Y pese a ello, Suecia está en el puesto 14 del ranking FIFA. Dicho de otro modo, Suecia vive de sus futbolistas foráneos.
Prueba de ello es que 22 de los 23 futbolistas citados por Andersson para medirse a Malta y España juegan fuera de Suecia. Cuatro juegan en Francia y otros cuatro lo hacen en Alemania, los dos países con mayor representación en el combinado escandinavo.
Tres juegan en Italia e Inglaterra. Dos lo hacen en Rusia y las ligas de España, Escocia, Grecia, Australia, Holanda y Emiratos cuentan con un único representante. Tantos como los que juegan en Suecia.
El único representante de su campeonato nacional es Sebastian Larsson, y por poco. Fichó por el AIK Solna hace un año, procedente del Hull City inglés. Tras jugar casi toda su carrera en Inglaterra, el veterano mediocentro sueco volvió a su país natal.
En comparación, de los 23 futbolistas de la Selección Española, solo tres jugadores militan fuera de LaLiga: De Gea, Kepa y Fabián.