El partido prometía rezumar tensión y nerviosismo, pero pronto quedó claro que uno de los dos contendientes quería más que el otro la victoria. Porque al Girona, dos puntos por encima del Valladolid en la tabla, el empate no le resultaba tan mal marcador como a su rival.
El Pucela, espoleado desde el primer minuto por un José Zorrilla con una muy buena entrada, gracias al día festivo en Valladolid (23 de abril, Día de la Comunidad de Castilla y León), dejó claro al Girona que hoy le iba a tocar sufrir.
Los primeros acercamientos fueron blanquivioletas, pero el Girona salió vivo del arreón inicial de los locales, aunque las llegadas del Valladolid fueron una constante durante la primera media hora.
Waldo y Óscar Plano fueron dos puñales por sus bandas, y el recurso del balón a la espalda de la defensa hizo mucho daño a la zaga del Girona.
Llegados a la primera media hora, el Valladolid se relajó un poco, cedió el balón al Girona y tomó aire. Los de Eusebio procedieron a atacar, buscando la banda de Javi Moyano como fuente del peligro, pero el marcador no se movió.
Sí pudo haberlo hecho casi al filo del descanso, cuando Enes Ünal se la puso a Sergi Guardiola y este batió a Bono. Sin embargo el linier levantó el banderín. Parecía un fuera de juego claro, pero el VAR añadió unos segundos de suspense al final del primer tiempo.
Tras un minuto, largo, interminable, de análisis, desde Las Rozas dictaminaron que había fuera de juego, más ajustado de lo que en primera instancia pareció, pero existente, y el tanto no subió al marcador.
El descanso le sentó mejor al Valladolid, pues el Girona se había animado, y el segundo tiempo empezó como el primero, con el Valladolid al ataque, pero con algo más de cabeza.
La banda de Nacho y Waldo llevó en esta ocasión el mayor peligro, y hasta la hora de partido, el Girona apenas se acercó a los dominios de Masip.
Entonces comenzaron los cambios, empezando por un Calero que notó molestias y al que sustituyó Joaquín. Y en esas, el gol. Un gol que vale su peso en oro para el Real Valladolid.
Un gol que marcó Míchel, el primero del capitán blanquivioleta esta temporada, a pase de un Enes Ünal que ante el Girona firmó un buen partido, más allá de esta asistencia, pues demostró tener una gran capacidad de juego de espaldas a portería.
El turco recibió en el área, la aguantó, y con su presencia despejó de rivales la frontal. Se la dio a Míchel y este la alojó con un disparo colocado lejos del alcance de Bono.
Tras el gol, el Girona reaccionó, y el Valladolid se replegó. Mucho temieron que a los blanquivioletas se les volviera a escapar un triunfo que tenían amarrado, y los últimos minutos fueron eternos.
Hasta subió Bono a rematar un córner, algo que propició que Toni Villa estuviera a punto de sentenciar, ya en el minuto 96, pero su disparo se marchó fuera. El joven jugador murciano reapareció tras su lesión, y disputó unos pocos minutos, en los que trató de buscarle las cosquillas a la zaga catalana.
Pero el pitido final, tras siete larguísimos minutos añadidos al segundo tiempo, llegó. Y Zorrilla estalló de euforia. Porque el fantasma del descenso, por primera vez en mucho tiempo, se alejó del Valladolid.
El Pucela, gracias a estos tres puntos, suma 'cuatro' ante el Girona, pues le tiene ganado el 'gol average'. El conjunto entrenado por Eusebio Sacristán sigue en caída libre, y suma su sexta derrota consecutiva, y este jueves podría caer al descenso, que ahora mismo ocupan Rayo, Huesca y Levante, todos salvo los altoaragoneses con un partido menos.