Se cierra uno de los grupos más interesantes de esta Eurocopa 2020. Suiza tiene muchas opciones de pasar a octavos, pero lo hará como tercera tras deshacerse de Turquía pero no adelantar a Gales, que perdió por la mínima frente a la líder absoluta, Italia.
De aspirar a ser revelación a la mayor decepción del torneo. Eso es lo que le ha pasado a Turquía, que miraba al principio hacia arriba y acabó golpeándose con su realidad: su defensa es un auténtico flan y de cara a gol le falta muchísimo acierto...
Fue infinitamente superior Suiza, que desplegó todo su potencial ofensivo de la mano de Shaqiri, MVP del encuentro, Embolo y Seferovic, que encarriló el triunfo desde el minuto 6 con un disparo perfecto cruzado que batió a Cakir ante la pasividad de la zaga turca.
Suiza no quiso avasallar ni dominar por completo. De hecho, por momentos parecía que se dosificaba resguardado en su campo. Sommer repelió algunas opciones de peligro de Turquía y Shaqiri transformó el golazo de la tarde en Bakú, con un tiro perfecto a la escuadra. Imparable el 'crack' del Liverpool, que se reencontró consigo mismo.
Ni Söyüncü pudo darle solidez a la defensa otomana, que minutos después del 2-0 ya se estaba rompiendo de nuevo para que Shaqiri se plantara mano a mano ante Cakir. Esta vez, ganó el guardameta. Y pronto la alegría fue doble para Suiza al ver que Italia se adelantaba ante Gales, que tenía mejor 'goal-average' y no dejó escapar la segunda plaza del Grupo A.
Pese a la endeblez de Turquía, Sommer realizó seis paradas de mucho mérito, especialmente en disparos lejanos de los turcos, que apenas podían meterle mano a una Suiza bien armada en zona defensiva. El partido, ya en la segunda parte, entró en una toma y daca constante que hizo vibrar las gradas del estadio de Azerbaiyán.
Cuando parecía que más controlado tenía el partido Suiza, que incluso pudo finiquitarlo con una goleada mayor, apareció Kahveci con un disparo sensacional casi en seco para batir a Sommer, que pocas opciones de pararlo tenía. Un 2-1 que apretaba las cosas, pero que tampoco impulsó lo que se esperaba a una cabizbaja Turquía, siempre deshecha atrás.
Seis minutos después, volvió la realidad al marcador de Bakú: un contragolpe fenomenal entre la mala posición de la defensa de Turquía y una mejor finalización de Shaqiri para el 3-1. El menudo atacante suizo cerró su mejor partido de la Eurocopa con un doblete sensacional y el pase casi sellado de Suiza para los octavos. Solo queda esperar, pero como tercera lo tiene casi asegurado.