Si España quiere estar en la siguiente ronda de la Liga de las Naciones de la UEFA tendrá que ganar sí o sí a la Portugal de Cristiano Ronaldo el martes en Braga. Al equipo de Luis Enrique le sobró dominio y posesión del balón y le faltó ser más vertical y peligroso en los últimos metros, algo que mejoró con los cambios en la segunda mitad.
Por su parte, Suiza hizo lo que tenía que hacer y además le sonrió la suerte, que es otra parte indispensable en el fútbol si no tienes el control de la bola. En dos saques de esquina sacaron petróleo por una mala defensa de España y los suizos acabaron igualando el número de disparos a puerta a pesar de tener solo un 30% del balón en todo el partido.
Tiene mucho que analizar Luis Enrique y que contar por esos nuevos 'walkies' que ha incorporado a los entrenamientos porque a 'la Roja' le falta esa chispa, ese último picotazo todavía. El seleccionador confirmó su idea de jugar con algunos futbolistas que no son titulares fijos en sus equipos como Jordi Alba, Sarabia, Ferran o Marco Asensio, que incluso dejaron buenas sensaciones sobre el césped, pero no vale con tener un total control si no eres capaz de resolver alguna jugada de una larga lista de intentos.
Eso le pasó a España, que se pasó prácticamente todo el partido en campo rival y jugando de lado a lado mientras que Suiza aprovechó lo que tampco se puede permitir si tienes todas las líneas adelantadas y el balón la mayoría del tiempo en tus pies: ser frágil atrás.
Lo de 'la Roja' fue un bonito monólogo que pudo acabar en muchas risas, pero fue como el chiste que se alarga tanto que al final no te hace gracia. El primer disparo lo hizo Xhaka, aunque flojo, y en eso ya fue mejor Suiza en el inicio.
Incluso España prefería jugar en corto en los saques de esquina. Se emborrachó, literalmente, de balón hasta que Suiza hizo el primero. Vargas centró desde el córner, Azpilicueta perdió la marca, le dejó espacio a Akanji y este remata hacia el suelo para hacer bueno el rebote, que se coló por una escuadra de la portería de Unai Simón.
Estuvo blanda España, que intentó reaccionar por medio de un disparo de Sarabia en una primera mitad en la que los de Luis Enrique divagaron más que otra cosa. De hecho, Unai Simón tuvo que actuar ante otro disparo de Shaqiri sin ángulo antes del descanso.
La segunda mitad arrancó con el mismo guion hasta que a Asensio, que jugó más en este partido que en todo lo que lleva de temporada en el Real Madrid, se le encendió la bombilla en un buen movimiento de giro y arranque con el que encontró a Jordi Alba en la apertura.
El defensa llegó desde atrás y con la zurda le puso el cuero a Sommer arriba en lo que fue un disparo imposible de despejar, aunque la alegría le duró poco a España con otro saque de córner que se tornó en pesadilla.
Akanji prolongó en el primer palo por abajo y la pelota golpea en la pierna de Eric García ante la presencia de Embolo, por lo que acaba colándose en la red de un Unai Simón que no pudo reaccionar.
El público pidió a Luis Enrique la entrada de Borja Iglesias y el técnico español buscó más velocidad y remate en el área. Consiguió darle a España un punto de lucidez y de descaro con un rápido y ágil Nico Williams y un Borja Iglesias que peleó con los centrales todo lo que pudo, aunque sin recompensa.
Steffen estuvo a punto de marcar en propia al hacerle un envío comprometido a Sommer y Marcos Llorente, con un disparo de lejos, ayudó al meta suizo a adornarse antes de que a España se le agotara el reloj dando vueltas sin encontrar soluciones. La respuesta la tendrá que buscar el martes en Braga en el primer partido decisivo antes del Mundial.