El Glentoran y el Gzira protagonizaron una gran batalla en la vuelta de la segunda ronda de la Fase Previa de la UEFA Conference League. Con la eliminatoria abierta tras el 2-2 de la ida, el cuadro norirlandés y el maltés empataron a 1 en 120 minutos.
Lucas Ribeiro adelantó a los visitantes en el 67', pero Bobby Burns, en el 103' (añadido del segundo tiempo), forzó una prórroga en la que no llegó la resolución. Finalmente, todo se tuvo que decidir en una interminable tanda de penaltis.
Y decimos esto porque se necesitaron 28 penas máximas para conocer al equipo clasificado para la siguiente fase. El surrealismo no faltó antes del 24º lanzamiento: Donnelly vio cómo Casser le adivinó las intenciones -se tiró a su izquierda- y salió disparado para celebrarlo.
Sin embargo, el balón cogió dirección hacia la portería y entró, por lo que fue válido. A pesar del exceso de confianza del guardameta del Gzira, él mismo se encargó de darle el pase a los suyos con una gran estirada a Boyd en el 28º penalti.