No estaba teniendo suerte Vila Nova de cara al gol. Sin embargo, sus aficionados tuvieron una brillante idea para ayudar a embocar la portería. En el fondo aparecieron unas flechas que marcarían el camino.
Inmerso en plena lucha por evitar el descenso, puesto que ocupa actualmente, Vila Nova era el conjunto que menos goles había marcado en el campeonato. Hasta entonces llevaba 14 goles en 23 partidos.
Con el partido 0-2 y negado de cara al gol, las flechas salieron del fondo para enseñar a sus jugadores dónde estaba la portería defendida por Vinicius. Y la ayuda funcionó.
En apenas cinco minutos, Vila Nova pasó del 0-2 al 2-2 con el que se acabaría el partido. Primero marcó Alan Mineiro en el 75 y, en el 80', Marcelino fue el encargado de empatar el partido.