La violencia vuelve a sacudir al fútbol argentino. Después de que suspendiera ayer el partido entre Huracán de Comodoro Rivadavia y Newbery tras un botellazo a un jugador, hoy han sido los futbolistas los que han portado la bandera de la vergüenza.
En el minuto 34 de la segunda parte, tuvo lugar una brutal batalla campal en la que participaron un buen número de jugadores y miembros técnicos de sendos equipos. Cuando todo se calmó, los jugadores locales se fueron a vestuarios y el árbitro llamó incluso a los efectivos policiales.
Tras unos minutos de indecisión, el colegiado decidió expulsar a Gastón Amarilla, Sergio Nícora, Ignacio Centeno, Jorge Liendo y Diego Rivarola de Argentinos 25 de mayo. Antes ya había expulsado a Franco Mañas de Club Kimberley y a Jonathan Lopardo por los visitantes, por lo que Argentinos había visto ya las seis rojas reglamentarias.
El árbitro señaló el final del encuentro y dio el pase a la siguiente ronda a Kimberley, que se enfrentará a Bella Vista de Bahía Blanca en la próxima eliminatoria.
Unos hechos lamentables que bien mereció acabar con los dos equipos eliminados de la Copa Argentina.