Y es que, tras finalizar el partido amistoso 1-1, el encuentro se iba a decidir en la tanda de penaltis. Pero el guardameta de San Lorenzo tuvo que retirarse lesionado tras detener un penalti en el que se resintió de la mano.
Cerutti no se lo pensó dos veces. Cogió los guantes de su compañero y se plantó bajó palos. Se mostró vivo para intentar detener el remate del jugador de Gimnasia y no se amilanó ante la situación.
Y la suerte se puso de su lado. El remate se marchó a la madera y San Lorenzo conseguiría el triunfo desde los once metros. Sus compañeros felicitaron al jugador, que se convirtió en portero po un día.
21 de enero de 2018