En un partido cargado de necesidades, ni Las Palmas ni el Tenerife pudieron dar un golpe en la mesa para volver a sumar de tres. En el Gran Canaria hubo tiempo para todo: desde un penalti cargado de polémica hasta una tarjeta roja de lo más discutida.
Las Palmas comenzó con bastante intensidad y David García fue el primero en probar suerte con un remate de cabeza que se fue por encima del travesaño. Ruiz de Galarreta tuvo que abandonar el terreno de juego por unos problemas en el hombro, indicando que sería un derbi de lo más accidentado.
No tardó demasiado en golpear Las Palmas en el Gran Canaria tras una perfecta acción combinativa. Fidel centró raso y Rubén Castro con picardía la dejó pasar para que Araujo llegara con todo para batir a Dani Hernández.
La temperatura fue aumentado y en algo más de diez minutos, el colegiado sacó hasta tres amarillas en una primera parte en la que no faltó la emoción.
La segunda dio mucho más de sí. Raúl mandó a córner un disparo de Suso y Blum estrelló el balón en la madera muy poco después, pero la polémica llegó en la recta final. David García fue expulsado por doble amarilla y por golpear el balón con la mano dentro del área, aunque el colegiado no vio una agresión de Timor a Nano Mesa por la que debió de ser expulsado.
El juego quedó parado durante varios minutos, lo que hizo que el árbitro tuviera que añadir hasta seis minutos de añadido, y Suso transformó un penalti discutido. Acosta tuvo la victoria en sus manos, pero los acontecimientos hicieron que el derbi se quedara en un empate.