Lucas Alario ha marcado uno de los goles de la jornada, quizá hasta de la temporada. Su tanto, el quinto del Bayer Leverkusen al Augsburgo, ha sido para quitarse el sombrero.
Estaba goleando el Bayer al Augsburgo, pero lo mejor estaba por venir. Ballarabi había inaugurado el marcador, y Diaby se estaba llevando toda la atención gracias a su 'hat trick', hasta que llegó Lucas Alario para robarle el protagonismo a diez del final.
Andrich puso un buen balón al área, pero había un problema: Diaby y Alario habían a la vez a por ese pase. Se estorbaron al ir ambos a rematar. El argentino frustró el intento de volea de su compañero, y este evitó que Alario pudiera hacer lo que tuviera en mente, que a saber qué era, porque más no podía haber estorbado con su salto.
Sin embargo, la fortuna le sonrió cuando se encontró con el balón en los pies, tras bajarlo inintencionalmente con el muslo. Tenía encima ya a Gikiewicz, e improvisó.
La única manera de rematar rápido era con un taconazo, y eso hizo Alario. Le pegó con el talón y el balón se coló entre las piernas del portero polaco del Augsburgo, para convertirse en el quinto y definitivo tanto del Bayer en este encuentro.