Minuto 35 de partido, 'palo' de Tannane a Assou-Ekotto y amarilla para el futbolista del Saint Etienne. Pero su minuto de gloria no había terminado. De hecho, acababa de empezar.
Esa falta fue al borde del área rival. Se sacó en largo y el balón terminó dividido en tres cuartos de cancha. Tannane corrió como un demente a por él y se llevó por delante a Cohade. Segunda amarilla y a la calle.
A la ducha a reflexionar. Las dos faltas fueron tan claras, tan merecedoras de amarilla, que ni las protestó. Bueno, lo justo y habitual. La cara de Christophe Galtier, entrenador del club verdiblanco, era un poema. Una cara de "como perdamos por jugar con uno menos vas a estar sin vestirte de corto bastantes más partidos que los que te perderás por la sanción".
Lekker Tannane, 2 x geel binnen een minuut. https://t.co/vbmD1Q9y2y
— Sjimmie (@ikbensjimmie) 6 de noviembre de 2016