El Sevilla se quedó con la miel en los labios después de ser superior al Levante 80 minutos. A partir de ese momento, los hispalenses flaquearon y su rival lo aprovechó (1-1).
Diego Carlos no tuvo suerte y un rechace de Vaclik acabó en gol local. El balón tocó en la rodilla del brasileño y entró dentro de la portería. Era el empate.
La noche del '20' pintaba a que iba a ser buena, pero acabó mal. Por si fuera poco, minutos antes, el ex del Nantes vio cómo el árbitro le anuló un gol por una falta inexistente.