El Inter tuvo la posesión, las ocasiones, pero el Sassuolo fue más certero, y dejó en evidencia al cuadro 'nerazzurro' en la Emilia-Romagna.
Durante la primera media hora, hasta el gol, el balón fue del Sassuolo, pero el Inter estaba jugando mejor que sus rivales, aunque el peligro era del cuadro local.
Como se dice, tanto fue el cántaro a la fuente, que terminó roto. Fue Berardi, tras convertir un penalti provocado por Joao Miranda. El Inter quedó muy tocado y tardó en reaccionar.
Con la ventaja en el marcador, el Sassuolo cerró filas, dio un paso atrás y cedió el balón a su rival. El Inter buscó el tanto del empate entonces, sin éxito.
Tras el descanso, y con la posesión 'in crescendo' para los milanistas, el Sassuolo tuvo en las botas de Kevin-Prince Boateng el tanto de la tranquilidad, pero la madera repelió su derechazo.
El Inter se lanzó a por el gol, pero no lo encontró. No hubo premio para una segunda parte mejor de los lombardos, en la que, sin embargo, estuvo mucho más cerca el 2-0 que el empate a uno o la victoria 'nerazzurra'.