Hay jugadores que optan por aventuras exóticas que les hacen perderse del escaparate futbolístico. No es el caso de Keisuke Honda, que este sábado volvió a demostrar que lleva el gol en la sangre.
Su historia no deja de ser curiosa. Porque, además de ser delantero del Melbourne Victory en Australia, también hace las veces de seleccionador de Camboya. Algo bastante curioso teniendo en cuenta lo joven que es (32 años) tanto para ser técnico como para retirarse aún.
Honda, que en Rusia hizo historia convirtiéndose en el japonés que marcó en tres mundiales diferentes, firmó por el equipo australiano el pasado verano.
Por el momento, y tras su buen cabezazo ante el Western Sidney Wanderers, ya suma cuatro goles y tres asistencias a pesar de que solo se han disputado seis encuentros hasta el momento.
El gol de cabeza Honda fue el primero que abrió el camino para la goleada, que se quedó en cuatro tantos, aunque podría haber derivado en un resultado mucho más abultado.