El mundo del fútbol conoció el lunes una noticia que puede cambiar el rumbo de los grandes clubes europeos durante los próximos años. La llegada de la Superliga Europea condiciona a la UEFA y sus competiciones, pero también los aficionados han expresado su malestar por premiar los intereses económicos antes que los de los hinchas.
En Inglaterra esto ha afectado de mayor forma. Tras conocerse las primeras dudas de un equipo británico sobre la entrada en la Superliga, 'The Guardian' apuntó directamente a Manchester City y Chelsea.
El diario cuenta que son los dos clubes ingleses que estudian -y no se cierran puertas- si recular y no formar parte del nuevo proyecto europeo de la Superliga. Así lo comentó un ejecutivo a la fuente citada.
Más allá de la presión popular de los aficionados que cada vez crece más en el país, ese posible paso atrás de los clubes también fue tema de debate en el congreso de la UEFA en Montreux de este martes.
Cuenta 'The Guardian' que en el organismo europeo se cree que algunos de esos equipos fundadores apoyarán la Superliga como "fanáticos" pase lo que pase por los intereses económicos.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ya avisó de las "consecuencias" que deben afrontar los clubes si finalmente se desligan de la UEFA, que por su parte intenta ofrecer mejores condiciones económicas para seducir a las entidades.