"Las noticias que estamos recibiendo son que se ha cancelado, pero aún no tenemos ninguna confirmación oficial", dijo a 'Efe' la directora internacional de la Asociación de Fútbol de Palestina, Susan Shalabi.
"De confirmarse, he de decir que tiene mucho mérito que el equipo argentino haya decidido no prestarse para convertirse en una herramienta política", aseguró, satisfecha.
Para Shalabi, este es "un buen ejemplo de separación de política y deporte y de cómo no permitir a los políticos imponer su agenda". "Es algo por lo que les tenemos que agradecer a los argentinos", aseguró.
La noticia fue confirmada poco más tarde tras las declaraciones de Hugo Moyano, vicepresidente segundo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que aseguró: "Me parece bien que se haya suspendido el partido de la Argentina con Israel".
"Se ha hecho lo correcto, no valía la pena. Lo que pasa en esos lugares, donde matan tanta gente, como ser humano no se puede aceptar de ninguna manera. Las familias de los jugadores estaban sufriendo por las amenazas", declaró Moyano a 'Radio 10'.
En Israel, el 'Canal 55' de deportes y el programa 'Vida en la Noche' del 'Canal 12' israelí, señalaron que la cancelación se debe a las presiones que han sufrido por parte de los palestinos y su entorno, que veían en el amistoso una muestra apoyo a la ocupación israelí acudir en estos momentos a jugar en Jerusalén.
Estaba previsto que el partido se celebrase en Haifa, pero el lugar fue cambiado por decisión de las autoridades israelíes, que en estos momentos promocionan la aceptación internacional de Jerusalén como su capital, en contra del consenso histórico hasta ahora de no reconocerla como tal puesto que su parte oriental está ocupada a los palestinos desde 1967.
Shalabi advirtió de que Argentina no debía permitir "ser utilizada como herramienta para blanquear la ocupación israelí" y explicó que "venir a Jerusalén en este momento en el que todo el mundo está enfadado con lo que ha hecho (Donald) Trump (trasladar a la ciudad la Embajada de EE.UU. de Tel Aviv) es muy grave", aunque no se opuso a que el partido se jugase en otra ciudad.
Shalabi también recordó que el estadio en el que estaba previsto el encuentro, en el barrio de Malha de Jerusalén, acoge a lo que calificó como "uno de los clubes más racistas del mundo", el Beitar Jerusalem, que no acepta jugadores árabes.
"Jugar ahí en este momento particular lleva un mensaje equivocado y muy claro. Si eso es lo que quieren hacer, entonces no merecen albergar Argentina 2030", dijo Shalabi.