El partido de ida estuvo marcado por la incertidumbre, ya que ninguno de los dos equipos dominaron ni ejercieron un control abusivo sobre el encuentro.
Sin embargo, un gol de Gignac, unido a varios errores de Boselli, permitieron a Tigres poder lograr un resultado que puede ser oro puro para los locales.
León, que se clasificó como octavo en la última jornada, ya dio la sorpresa al mandar para casa a Tijuana, por lo que la confianza de Tigres debe tener un límite claro: la ambición de Javier Torrente.
Las apuestas dan favorito a Tigres. Gignac y compañía quieren refrendar el trabajo realizado en el Nou Camp, mientras que León espera convertir las ocasiones, algo para lo que se encomendará, de nuevo, a Boselli.