El Levante es uno de esos equipos guerrilleros que siempre se deja el alma en un campo de fútbol. El cuadro 'granota' descendió de forma repentina a Segunda en la 2015-16, pero nada más que tardó una temporada en volver.
Y en parte se debió a la entrada de Tito a la dirección deportiva, que sustituyó a Manolo Salvador. Su aparición le vino como anillo al dedo a los valencianos, que lograron remodelarse completamente.
El encargado de esta parcela cuenta con un secretario técnico y dos personas adjuntas, además de diez miebros que forman parte de la red de captación. Todos trabajan pendientes de unos 4.000 futbolistas.