Hace poco más de un mes, el Deportivo de La Coruña parecía condenado a descender a la Segunda División B. Ahora, las cosas pintan muy diferentes en Riazor.
Tras un triunfo agónico ante el Tenerife para cerrar el año, la llegada de Fernando Vázquez al banquillo gallego ha dado un impulso inimaginable al equipo.
El Dépor suma siete victorias de manera consecutiva y ha logrado situarse ya en la zona media de la tabla (ocupa la 14ª plaza).
Todo es alegría ahora en un equipo que este viernes afrontará un duelo que marcará, para bien o para mal, los objetivos de la campaña.
Y es que el choque ante el Girona, quinto clasificado y en puestos de acceso al 'play off', será vital para conocer para qué está el Dépor este curso.
La diferencia entre ambos equipos en estos momentos es de ocho puntos, por lo que un triunfo metería a los pupilos de Fernando Vázquez de pleno en la pelea por el ascenso y una derrota pincharía la burbuja en la que se ha instalado el equipo.
Por ello, aunque sin la presión de anteriores fechas, el cuadro de La Coruña vivirá una auténtica final, ya que toca separar el grano de la paja antes del último tercio de competición.