Neymar era la última carta. Tras el adiós de Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo (las dos caras visibles del proyecto blanco en los últimos años) y con la misión imposible que suponía siquiera intentar el fichaje de Mbappé, la llegada del brasileño era la última bala de plata en la recámara 'merengue' para rellenar el vacío deportivo y mediático del luso.
Todo hacía presagiar, incluso desde el año pasado, que el brasileño sería la gran incorporación en este verano de 2018, pero este viernes salieron unas palabras de la boca de Neymar que no se esperaban: "Me quedo en París".
Lapidario y rotundo. "Tengo contrato y quiero triunfar en el PSG", se reafirmó el astro brasileño en 'Fox Sports'. No hay vuelta de hoja. Un 'se queda' de manual, pero esta vez de verdad.
Así, con esas simples palabras, Nasser Al-Khelaïfi completaba su semana fantástica ya que, con el convencimiento de que Mbappé es absolutamente intocable, solo le quedaba cerrarle la puerta de Neymar al Madrid. Y así lo ha hecho.
Una de las presumibles esperanzas que tenía el club blanco en su fichaje era una lucha de egos entre los dos astros de los parisinos, pero una posible mejora salarial para el brasileño (según 'AS', pasará a cobrar 45 millones anuales, lo mismo que Messi) acabó con esta baza.
Al Khelaïfi, según 'AS', ya le había dicho a Florentino Pérez personalmente que Mbappé y Neymar eran intocables y así lo ha demostrado con hechos. Y a mitad de julio, con más de un mes por delante de mercado.
De esta manera el jeque del PSG y Neymar daban carpetazo al tema del Real Madrid (al menos por este verano), dejando a su vez al equipo 'merengue' en una delicada situación.
El Madrid deberá reorganizar ahora sus esfuerzos en materia de fichajes, pero con un cambio de ruta. Neymar y Mbappé ya no están en el camino blanco, que debe buscar una vía alternativa en la que nombres como Hazard, que ha realizado un excelente Mundial, aparecen frente a los ojos de la directiva 'merengue'.
El cohete blanco tendrá que virar su rumbo con un nuevo capitán a los mandos (Lopetegui). Además lo deberá hacer sin el combustible de los goles de Cristiano. Y todo ello sin galácticos en el horizonte. Tocan fichajes del planeta Tierra.