"Todavía no puedo dormir. Lo peor son las noches. Cuando me levanto, me siento contento porque estoy en mi casa con mi familia", explicó el portero suizo en 'Der Bund', publicación de su país natal.
"No sigo las noticias sobre el accidente porque quiero estar tranquilo, pero no me puedo concentrar en nada", añadió Bürki.
El portero comentó cómo fue para él el partido ante el Mónaco, sólo 24 horas después de haber padecido el atentado y reconoció que estuvo más lento de reacción que de costumbre.
"Tardaba en darme cuenta de lo que sucedía en el terreno del juego. Era como si tuviera un velo delante de mis ojos", concluyó.