El próximo lunes 17 de diciembre se sortean los octavos de final de la Champions League con el Barcelona presente en el bombo de los primeros clasificados.
Pero Europa debe quedar ya aparcada en la mente de la primera plantilla azulgrana, que hasta el mes de febrero deberá centrarse al 100% en la competición doméstica.
Y es que hasta que comiencen esos octavos de final, el objetivo de los pupilos de Ernesto Valverde está bien claro: acelerar en LaLiga y dar un golpe de autoridad en el campeonato.
El 'Txingurri' quiere revalidar el título y sabe que los dos próximos meses pueden dejar encarrilado el que sería el octavo trofeo 'culé' en las últimas once ediciones.
Para ello, el primer paso se debe dar antes de Navidad, con el Levante y el Ciutat de Valéncia como primer escollo en el camino.
El extremeño no quiere ninguna confianza y los jugadores son plenamente conscientes de que, si rinden a su nivel, la pequeña ventaja de la que ahora gozan en la tabla pude transformarse en un colchón mayor que les permita después afrontar más relajados los duelos de cara a los cruces de Champions, gran deseo azulgrana.
Por ello, este domingo se espera ver a un Barça que salga a por todas, liderado por un Leo Messi que atraviesa un momento de forma excepcional y que tendrá frente a él a una de sus víctimas favoritas.
Además, habrá una motivación extra en el equipo de la Ciudad Condal, ya que fue el Levante el equipo que precisamente arruinó el invicto azulgrana la pasada campaña.
Todos ellos son motivos más que suficientes para pensar que el Barça no hará prisioneros en las próximas jornadas. Y el actual campeón de LaLiga quiere dejarlo claro a las primeras de cambio.