Diego Costa renunció a las pocas posibilidades que tenía el Atlético de Madrid para discutirle la Liga al FC Barcelona con una ridícula expulsión que, además, le condenó otros ocho partidos sin competir.
Más allá de decir adiós a una temporada para el olvido, el delantero hispano brasilleño se ausentó en la posterior sesión de entrenamiento programada por Diego Pablo Simeone.
Enésimo capítulo de indisciplina del atacante, cuya carrera ha estado marcada siempre por la polémica y, pese a que nadie duda de su pundonor, nunca ha sabido medir bien su agresividad.
La situación se tensó hasta llevar a Costa al mercado. Sin embargo, según publicó el diario 'Marca', en China ya no tienen el músculo económico de otrora y el Atlético pedirá parte de los más de 60 millones invertidos.
Asimismo, el citado medio sostiene que Simeone persiste en su idea de que siga el delantero, augurándole un gran futuro si realiza la pretemporada en San Rafael y consigue eludir los problemas físicos.
Entretanto, en Madrid dan por hecho también que la predisposición de Costa es la de seguir el club rojiblanco, que hizo un gran esfuerzo para repescarle del Chelsea a golpe de talonario.