La llegada de Marko Dmitrovic a la disciplina del Sevilla parecía poner punto y final al idilio de Bono con la titularidad. Ha sido, finalmente, todo lo contrario. El marroquí ha sacado su mejor nivel.
Si Bono ya fue decisivo para que el Sevilla consiguiese puntuar en la primera jornada de la Champions contra el Red Bull Salzburgo, lo fue aún más en el choque ante el Wolfsburgo.
Con el 1-0 en el marcador, apareció el portero del conjunto hispalense para salvar un mano a mano contra el goleador del cuadro alemán, Weghorst. Una parada que permitió seguir vivo al Sevilla.
Bono se llevó todos los elogios en un partido que puede dar un punto vital en las aspiraciones para entrar en octavos. Todas las miradas apuntan ahora a un portero que quiere ser leyenda.
Y es que, de seguir con este nivel, Bono se puede colocar a la altura de Andrés Palop, uno de los guardametas que mejor ha defendido la elástica del rey de la Europa League.