Podemos afirmar que el Mallorca mereció vencer frente al Albacete. El combinado balear hizo méritos suficientes como para reinar holgadamente en el electrónico, pero los blancos tienen un portero que se llama Tomeu y se apellida Nadal, y vale un punto. Y su valor se quedó ahí porque Manu Fuster desaprovechó la que pudo ser la oportunidad más clara de su carrera profesional.
Los bermellones disfrutaron de las ocasiones de gol más claras, generaron el poco peligro del que se pudo disfrutar durante los primeros 45 minutos de juego e incluso tuvieron la oportunidad de marcar desde los once metros. Pero el conjunto manchego tiene un guardameta que vale un punto.
El cuadro dirigido por Luis García tuvo la primera oportunidad del partido antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de juego. Dani Rodríguez fue uno de los más activos en el primer tiempo, pero se topó tanto en el 11' como al filo del descanso con el arquero manacorí. Nada del Albacete en ataque hasta el momento.
El Mallorca metió una marcha más tras el paso por los vestuarios. Y hasta pudieron adelantarse desde los once metros, pero Tomeu Nadal adivinó la intención de un Salva Sevilla que tampoco realizó el mejor lanzamiento de penalti de su carrera deportiva.
Pasada la hora de encuentro, el combinado balear disfrutó de una triple ocasión que comenzaba a desquiciarlos. El portero del Albacete desbarató las dos primeras oportunidades y Diego Caballo, bajo los palos, fue el encargado de repeler el tercer remate consecutivo de los locales. Inverosímil.
Y entonces llegó la ocasión de los de López Garai. Manu Fuster le robó la cartera a Ruiz de Galarreta y se plantó ante Manolo Reina con todo el tiempo del mundo. El centrocampista optó por regalarle el tanto a Alfredo Ortuño -desaparecido hasta entonces-, pero su envío fue demasiado largo y el delantero no llegó a empujar a gol.
Esto no hizo más que provocar un incremento en los envites del Mallorca, que aún se toparía dos veces más con Tomeu Nadal antes del pitido final. Segundo empate consecutivo del equipo de Luis García, que no se podía creer lo que acababa de ver con el pitido final. El Alba de López Garai sigue sin perder.