Tony Adams echaba humo en el banquillo del Granada tras los dos goles del Real Madrid en apenas diez minutos. El inglés la tomó con Malle y no dudó en sacarle del campo.
El canterano se marchó del campo visiblemente enfadado, después de que el entrenador le señalara como gran culpable de los dos goles del Madrid.
Una decisión que recordó a los cambios de Jémez, que castigaba a los suyos con el cambio si no mostraban lo que él esperaba de ellos o necesitaba cambiar la dinámica del encuentro.