"Siempre es motivante jugar una copa internacional, pero después de estar tanto tiempo afuera lo único que quiero es jugar, independiente del torneo que sea, me da lo mismo", declaró el cancerbero. Sólo lleva dos partidos tras su vuelta a los entrenamientos, por lo que resulta una apuesta arriesgada de su técnico, Mario Salas.
El rival de Universidad Católica será el Danubio uruguayo, en el partido de ida de los 1/32 de final de la Copa Sudamericana.