El futbolista del Everton fue sometido a numerosas provocaciones por parte de la hinchada local, lo que propició su gesto. El delantero turco creyó que estaba agrediendo a su padre en la grada y no pudo contenerse.
Cenk Tosun fue agarrado por varios de sus compañeros, y es que se lanzaba a la tribuna señalando a un aficionado. El jugador acabó indicando con un gesto de degüello que lo amenazaba de muerte.
El árbitro del partido amistoso no lo dudó ni un instante y le mostró la tarjeta roja. Al final, el delantero compareció ante los medios de comunicación para pedir disculpas a la hinchada por su comportamiento.