El capítulo deportivo habrá terminado de momento. Sin embargo, los despachos siguen ardiendo en las oficinas rojinegras. Los nuevos dueños no han tomado cartas en un asunto que empieza a oler a chamusquina.
Los jugadores del filial y los demás trabajadores decidieron denunciar al club por los cinco meses de impagos y se dejaron notar en una manifestación durante el último compromiso del segundo equipo.
No obstante, el objetivo de Russell Platt y Clifton Onolfo es el de reunirse con los trabajadores para apaciguar las aguas y que ese juicio por los impagos no se acabe produciendo.
Y es que el principal interés de la nueva directiva es que se reduzca la sanción de tres años sin jugar en el fútbol profesional, para la cual sigue adelante el recurso que pidió el club al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).