El 3-0 de la ida en San Paolo debía dar tranquilidad absoluta a un Nápoles que buscaba sellar en Austria su presencia en los cuartos de final.
Pese a todo, el conjunto italiano no quiso confianzas y salió en busca de un gol que dejara la eliminatoria ante el Red Bull Salzburg totalmente sentenciada.
Y lo logró en el minuto 14, con Milik aprovechando una serie de rechaces para anotar un 0-1 que convertía el sueño austriaco en una quimera.
Aun así, el equipo centroeuropeo no se rindió y propuso un partido frenético de ida y vuelta que al final acabó dejándole el buen sabor de boca del triunfo.
El duelo, desde el mismo momento del primer tanto, fue un toma y daca en el que las ocasiones cayeron de uno y otro lado.
Sin embargo, pese a que el Nápoles tuvo oportunidades para sentenciar el choque, fue el equipo de Salzburgo el cuadro que se mostró más acertado.
Primero fue Dabbur en el 25 y, tras el descanso, Gulbrandsen en el 65' los que darían la vuelta al marcador y daban un poco der esperanza a los aficionados locales.
Sin embargo, el Nápoles contemporizó bien el partido, sabiendo que solamente una derrota por cuatro goles de diferencia le dejaba fuera de Europa.
Los minutos fueron cayendo como losas sobre un Red Bull Salzburg que, pese a todo, lograría en el 92' por mediación de Leitgeb el 3-1 y despedirse de la competición con la cabeza bien alta.
Mientras tanto, el cuadro de Carlo Ancelotti ya espera rival en el sorteo de este viernes en Nyon y da un paso más hacia la conquista de un título europeo que se le resiste al equipo partenopeo desde la época de un tal Diego Armando Maradona.