El camino hacia el próximo torneo continental arrancaba este sábado para Bosnia y Grecia con dos partidos que, a priori, debían traducirse en tres puntos.
Al final, con más sufrimiento del esperado en cuanto al marcador, ambos combinados cumplieron y acabaron llevándose dos importantes victorias para empezar con buen pie la fase de clasificación.
El conjunto balcánico se impuso por 2-1 en casa a Armenia en un duelo dominado desde el inicio por el cuadro de Robert Prosinecki.
Desde el pitido inicial las ocasiones fueron del cuadro local, aunque pese a ello solamente pudo marcharse ganando 1-0 al descanso con un tanto de Krunic.
Lo corto del marcador mantuvo viva a Armenia, que a duras penas tuvo alguna ocasión clara de gol hasta que, en el 80', Milosevic sentenciaba el partido. Mkhitaryan, de penalti, maquillaría el resultado en el 93'.
Por su lado, Grecia vivió un partido muy similar al del equipo balcánico, ya que fue dueña del choque desde el minuto uno hasta el 90.
Hasta 31 disparos realizó el combinado heleno por solo cuatro de la débil Liechtenstein, que salió bastante airosa del bombardeo.
Fortounis, en el último suspiro del primer tiempo, pondría el 0-1 y ya en el tramo final, en el 80', Donis sentenciaría un marcador artificialmente apretado.