El Inter duró tres minutos sin encajar gol en la temporada 2020-21 de la Serie A. Kouamé fue su peor pesadilla en el inicio del duelo ante la Fiorentina. El mal hacer de la defensa tras un centro a la olla propició que apareciera para batir a un Handanovic que poco pudo hacer.
Biraghi, que correteaba por la banda, levantó la cabeza y colgó un balón a la olla. Ninguno de los centrales 'nerazzurri' fue capaz de reaccionar a tiempo y la pelota le rebotó en la pierna al goleador para aterrizar en el pie de Bonaventura con un cancerbero que salía a por él.
No dudó el italiano y le regaló un pase de la muerte a su compañero que, además, era su primera asistencia como futbolista 'viola'. Al '11' le bastó con empujar la pelota al fondo de las mallas, pues el guardameta estaba completamente descolocado y no podía hacer nada.
Duro golpe para un Inter que aspira a discutirle a la Juventus el dominio de la Serie A. Los de Antonio Conte tendrán que mostrarse mucho más incisivos en otras acciones si quieren pelear por estar en lo más alto de la clasificación a final de temporada.